El tiempo de Dios es el de la Misericordia. El del hombre el de la eficacia, la seguridad y la prisa.
Cuando el hombre se pone en manos de Dios, y abandona sus seguridades, Dios acude siempre al encuentro.
Demos gracias a Dios por poder recomenzar buscándolo sólo a Él. Como una familia, alrededor de la Madre, con la mirada y el corazón puestos en Jesús.
Bienvenidos a todos, a cada uno en particular. Dios nos espera desde hace tanto tiempo…
El reto de confiar solo en lo que Él nos quiere ofrecer, ante el hecho, que tenemos que palpar, de que el resto solo trae vacío… ¡Ánimo chicos!
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¡¡Aupa, Burgos!! ¡Motor y corazón de la MSM de toda España!
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Toda Hispania está dominada bajo el yugo del relativismo… ¿Toda? ¡No!, una pequeña “aldea” resiste a las embestidas del enemigo… ¡Burgos!
A las puertas de la Inmaculada, todos con María… todos con Jesús. 🙂
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