Ser educador en juveniles, por primera vez.

Buenas, soy José Mª, tengo 16 años y llevo 6 años en la Milicia de Santa María.

Al comenzar las vacaciones de Navidad, se nos ofreció a dos militantes de enseñanzas medias la posibilidad de ir como educadores a las convivencias de Navidad de juveniles. Yo acepté, y el día 2 llegué a las convivencias cargado de ilusión.

Me encargaron de un grupo de alevines de 10 – 11 años, alegres y traviesos.

Cuidándoles, comprendí el esfuerzo que supone educar a alguien. También descubrí que para poder crecer, también hay que saber pasárselo bien. Recuerdo cómo un día, después de rezar el rosario estuvimos en el jardín jugando, corriendo…, y luego cuando tenían que guardar silencio, hacer oración…, lo hacían rápidamente.

También aprendí que hay que esforzarse mucho para conseguir cualquier cosa (levantarles por la mañana, conseguir que recojan la mesa todos juntos…), y eso es lo que me llevo para aplicar en mi vida diaria: la alegría y el esfuerzo constantes, que intentaré prolongar durante todo el año que comienza para crecer, ser feliz yo, y hacer feliz a los demás.

  José Mª A., 16 años.

(Burgos)