Etiqueta: Reflexión

  • REFLEXIONAR SOBRE REFLEXIONAR

    REFLEXIONAR SOBRE REFLEXIONAR

    Una de las cosas que cuanto más tiempo pasa más convencido estoy, es la importancia de las palabras. Saber poner palabras a lo que sentimos, a las razones por las que hacemos las cosas… y las palabras adecuadas. Esto, además de hacer que te conozcas a ti mismo, evitar malas interpretaciones y que te engañen utilizando palabras con significados cercanos, hace que entiendas mejor a los demás. ¿Qué me mueve a mí a hacer esto concreto? ¿Qué puede moverle a este otro a hacer lo que hace? ¡y otra cosa muy importante! ¿Cómo explicas a otro algo que para ti es obvio?

    Resulta que para ti está tan claro que no lo consigues explicar; puedes verlo tremendamente transparente, pero ser incapaz de explicarlo de forma coherente; es porque lo haces por inercia y no por su razón en sí. ¿Por qué no vestir de cualquier manera? ¿Por qué tener mi habitación ordenada si solo estoy yo allí? ¿Por qué no demostrarnos nuestro cariño más pasionalmente si nos queremos?

    Quizás vosotros, ya personas maduras, consigáis responder a este tipo de preguntas con argumentos válidos y bien argumentados, pero si nunca lo has pensado y lo haces por inercia, no es tan fácil de responder.

    reflexionar.jpg

    Pero no sólo preguntas sobre otros, sobre uno mismo también son muy interesantes: ¿Por qué visto cómo visto? ¿Qué busco cuando me visto de una manera y no de otra? ¿Por qué subo fotos a las redes sociales? ¿Qué busco subiéndolas? ¿Por y para qué voy a la discoteca? ¿Por y para qué tengo novia?, ¿Por qué lo último y lo primero que hago en el día es mirar el móvil? etc.

    Lo más importante de todo esto, creo yo, es llegar hasta el fondo. ¿Y qué significa eso? Pues significa que la primera respuesta que des de lo que te preguntes no es la buena. Sobre esa primera respuesta tienes que preguntarte el porqué otra vez, y sobre esta segunda también, y así hasta llegar a la causa indivisible por la cual haces lo que haces. Un ejemplo tonto que he puesto antes con algunas posibles respuestas: ¿Por qué subo fotos?  Para enseñar lo que hago, ¿por qué quiero enseñar lo hago? Para que mis conocidos sepan lo que hago, ¿Por qué necesito que mis conocidos sepan lo que hago? Etc, etc, etc. Cada uno con sus respuestas, así hasta llegar a la razón inicial, no te canses de repetir “por qué” hasta llegar al final.

    Es un esfuerzo que puede aburrir al principio, pero lo que descubres es sorpresivo. ¡Ánimo!

    ¿Qué haces leyendo este artículo? Ponte a estudiar.

                                                                                              Daniel D. (21 años) Burgos

  • Impresiones de campamento 2012 Carlos J.

    Este campamento ha sido distinto a los anteriores para mí ya que me tocó ser jefe de escuadra. Desde que me lo dijeron estaba ilusionado porque ser jefe de escuadra implica tener ciertas responsabilidades que me permitirían mejorar en la vida diaria. Así pues, fui al campamento con ganas, pero a su vez un poco triste ya que me perdía los Sanfermines. No obstante, mereció la pena.

    El día que llegué y me presentaron a mi tienda me llevé una alegría, pues conocía a casi todos. Además, ya habían estado en campamentos anteriores, por lo que no era necesario andar detrás suyo en todo momento porque sabían lo que debían hacer. Conforme pasaban los días nos llevábamos mejor y acabamos como una “piña”.

    Los días de la primera etapa, la de la responsabilidad (antes de ir al circo de Gredos), nos sirvieron para conocernos bien y me permitió observar los peligros que tendríamos allí. Así, en una reunión, hablé con ellos y les pedí cuatro cosas que nos ayudarían a no tener problemas en Gredos. Sin embargo, nunca pensé que la segunda etapa, la de reflexión (los días en Gredos) iba a ser tan buena. No sólo cumplieron con lo que les pedí sino que lo hicieron lo mejor posible siendo todo un ejemplo. Así en Gredos me ayudaron entre todos a llevar la tienda como pretendía.

    A la vuelta de Gredos comenzamos a estar más unidos que nunca. Les propuse analizar sus fallos para mejorar como personas, pero me fui desanimado en este aspecto porque me da la sensación de que podía haber hecho mucho más. Los últimos días en el campamento fueron una auténtica maravilla. Nunca olvidaré la noche en la cabaña que hicimos, ni el día de las olimpiadas.

    En resumen, este campamento me ha permitido mejorar como persona ya que el ser jefe he tenido más responsabilidad y me ha ayudado a tener más paciencia, ser más ordenado y puntual. Estas superaciones no hubieran sido posible sin la tienda tan buena que tuve. Ahora viene lo difícil, que es llevar todo esto a la vida real.

    Carlos Juan de Dios

    Pamplona