¡Qué viene! ¡Qué viene! Madre mía, llega el día más esperado de todo el año para todos los que estamos enamorados de la Virgen y por supuesto, para el Movimiento de Santa María. Somos su movimiento, Ella nos guía y Ella nos acompaña en todo.
Llevamos un mes preparándonos para esta gran fiesta, porque lo es. Comenzamos con una noche de oración, seguido de dos días pegando carteles por las calles de Madrid de la Vigilia de la Inmaculada (además de los que cada miembro del movimiento ha ido pegando por su barrio, en la universidad, en el metro…). Acompañamos, también, a nuestro pastor, Carlos Osoro, en la Almudena. Y terminamos nuestra preparación como grupo con un retiro espiritual, en el que nos invitaron a darlo todo por Cristo. Todo esto como grupo, como familia, y los chicos jóvenes como militantes.
Tan sólo nos quedan dos días para pasar un rato junto a la persona más bella de este mundo, junto a Aquella que vivió sin pecado, junto a Aquella que tiene ojos misericordiosos (como decía algún militante). Quiero decir que, ¡todavía nos queda tiempo para preparar nuestro Corazón! Todavía, tenemos tiempo para arder de amor por ella, y hacer que otros ardan también.
Dicen que la vida es maravillosa, los católicos matizamos: “Es maravillosa si la vives a su lado, al de la Virgen”. Por ello, le pedimos que Ella nos enamore de su Hijo, pues es el único que puede completar nuestra vida y hacerla perfecta.
Hoy, nos acordamos especialmente de Abelardo. Él fue quien fiado de María comenzó estas vigilias en la ciudad de Madrid el siglo pasado, simplemente para dar a conocer su amor a Jesucristo y a la Virgen, y el amor incondicional que ellos nos tienen a nosotros. Y también para movilizar a todos los laicos a ser cristianos comprometidos, a jugarnos la Vida por el Evangelio, a pasar de ser simples seguidores de otros y ser líderes, a entregarnos a los demás…¡A vivir con radicalidad el evangelio, el seguimiento de Jesús!
En el mundo de hoy, la gente es fanática de su equipo de fútbol, de un partido político… Pues, que nosotros también nos hagamos fanáticos de Cristo, pero con una pequeña diferencia: esa radicalidad la vivo yo y con el resto misericordia, entrega, comprensión, sin imponer nada…simplemente, mostrándoles quién es Cristo y lo que hace cada día por cada uno de ellos.
¡Nada más! Nos vemos el miércoles por la noche en las distintas vigilias que se celebran en todas las ciudades de España, así que no hay excusa para no asistir y pasar un rato con Aquella que nos mira con ternura siempre, siempre.
Pd: Los militantes al acabar nuestro retiro hicimos un grito, que nos invita a salir de nosotros mismos y entregarlo todo al servicio de la Iglesia, de Dios y de la Virgen. Os animamos a que os lo grabéis en el corazón y os acompañe en estos días:
Por Cristo, por la Virgen, por la Iglesia: «Más, Más y Más»