El 11 de febrero de 1961 los Cruzados de Santa María que acababan de abandonar el Hogar del Empleado reunieron a un pequeño grupo de jóvenes y celebraron con ellos una reunión formativa. Aquella reunión, primer círculo de estudios, fue el sencillo inicio de la Milicia de Santa María.
Han pasado ya cincuenta años desde aquella reunión y son miles los jóvenes que nos hemos formado al calor de este grupo apostólico. En la Milicia conocimos a Jesucristo, de la mano de aquellos hombres aprendimos a ser testigos de Dios en medio del mundo, en sus hogares nos enseñaron a amar a la Virgen.
¡Son tantos los recuerdos que se agolpan en el alma! Una mirada agradecida en primer lugar a todos los hombres, los Cruzados, que han entregado su vida por los jóvenes. Y un recuerdo lleno de especial ternura a Abelardo de Armas que fue el alma y vida de la Milicia, auténtico padre y guía de muchos de nosotros. De su mano y de la de nuestro querido Padre Morales recibimos todo lo que hoy somos.
Se trata de un carisma que ha surgido en medio del mundo por y para la Iglesia, «para que las almas tengan vida y la tengan más abundante«. Por eso y para ir calentando nuestro corazones a fin de vivir con intensidad esta celebración a continuación os ponemos la carta que nos hace llegar la Nunciatura con la Bendición del Santo Padre para la Milicia de Santa María, en su 50 aniversario.