Ayer fue el día mundial del Síndrome Down, y parecía que todo el mundo estamos con ellos, que todos les valoramos, que son importantes para nosotros. Sin embargo, la realidad no es así.
En 2008, el periódico El Mundo publicaba que «un 80% de las parejas que reciben la noticia deciden interrumpir el embarazo». Hoy en día, aunque no es un dato oficial, ciertos medios de comunicación publican que «el ratio de síndromes de Down entre los abortos realizado sigue siendo el mismo desde hace más de dos décadas: un inamovible 90% de total».
¡Es espeluznante! No importa si los datos actuales son exactos…Bueno en realidad sí. Pues cada uno de esos puntos porcentuales implica la muerte de al menos un ser humano, igualmente digno o más que cada uno de nosotros. Por lo que, entonces sí importa y mucho.
Distintas campañas muestran la grandeza de estas personas y los testimonios de aquellos que conviven con ellos. ¿Cómo es posible que la concepción que tenemos de estas personas sea radicalmente distinta a cómo se ven ellos y quiénes conviven con ellos?
Una respuesta ante esta realidad procede de la sociedad utilitarista en la que vivimos. Quien no aporta nada, quien no tiene nada, quien necesita de otros, no vale nada en nuestra sociedad. Y, está claro que a las personas con Síndrome Down les hemos clasificado de esta forma.
Piensa, reflexiona y respóndete: ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo es posible que los queramos erradicar? Ahí van cuatro videos que pueden ayudarte: