Belorado, provincia de Burgos. Domingo 15 de Noviembre. Familias del movimiento Santa María, amigos y personas de toda la archidiócesis que vinieron aprovechando el buen tiempo -que en Burgos y en Noviembre no es muy habitual- nos juntamos para revivir la historia más apasionante jamás contada, la historia de la salvación, nuestra propia historia. La HISTORIA INTERMINABLE.
Para quien no haya oído hablar nunca de este proyecto, la Historia Interminable es la propuesta que se ha puesto en marcha desde la Milicia de Santa María en un continuo esfuerzo por vivir ese envío del Papa a la nueva evangelización. A través de la misma se pretende acercar a los niños de manera adaptada la historia del Antiguo Testamento por medio del teatro, el juego, la música, bailes… Cualquier recurso es bueno.
Lo particular de este proyecto es que, aunque se dirige a niños pequeños, tiene cabida en él toda la . Mientras los niños participaban en las divertidísimas pruebas que habían preparado los educadores, los padres disfrutaron de una charla sobre la Encíclica del Papa Francisco «Laudato Si», que, según nos cuentan, les sirvió para darse cuenta de que muchas veces abusamos de la naturaleza y debemos cuidarla, porque es frágil y única, y también de que tenemos que aprender a fijarnos en el entorno creado por Dios, que está lleno de palabras de amor.
Esta edición, que a se había realizado antes en Madrid y Pamplona, giró en torno a la figura de Abraham, desde su encuentro con Dios hasta el sacrificio de su hijo Isaac. Desde por la mañana hasta el atardecer le acompañamos a él y a su familia recorriendo todos los rincones del pueblo, tratando de descubrir cómo Dios quiere hablarnos también a cada uno de nosotros. Al mediodía compartimos la eucaristía con la gente del pueblo y tras la comida seguimos descubriendo cosas sobre este personaje de la Biblia con distintas dinámicas familiares. Por la tarde continuaron los juegos y subimos con Isaac hasta el monte donde por suerte no hubo sacrificio, sólo una foto de grupo antes de concluir una jornada inolvidable.
Todos los asistentes, mayores y pequeños, volvieron a casa con una sonrisa y se despedían con una pregunta: ¿Para cuándo la próxima? Tiempo al tiempo.
Y los monitores terminamos tan contentos como cansados, pero después de haber reposado un poco también compartimos la satisfacción por cómo había salido todo. Y también surgía en nosotros esa pregunta: ¿Cuándo repetimos? La fecha aún no se sabe pero Moisés vendrá a Burgos próximamente y nosotros estaremos allí para contarlo. La historia continúa…
Asís G. y Marta G.
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