«No lo conseguirás si no atas tu arado a una estrella, si no ligas tu corazón al de Jesús y la Virgen hasta identificarte con ellos.»
(P. Morales, S.J., Ovillo de Ariadna)
Tras este rompedor titulo, la reflexión nos da las claves para ser fiel a nuestra vocación cristiana, porque es verdad, sin Jesús ni la Virgen no habría constancia, dejar todo en cristo y avanzar paso a paso.
Por esto la oración diaria es necesaria, debemos mirar a esa estrella. Sin perder la esperanza nuestro campo estará bien cultivado y dará buenos frutos.
Es lo que más me cuesta, la oración diaria.
Hoy mi párroco ha invitado a hacer esta Cuaresma oración todos los días, no solo los domingos, si es que la hacemos.
Y es cierto; una vida de fe adulta, adulta, no se consigue sin relación con el Espíritu. Y la relación diaria con el Espíritu.
¡Manos a la obra!