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  • Vigilia de la Inmaculada.

    Vigilia de la Inmaculada.

    Vigilia de la Inmaculada 2012. Milicia de Santa María

    La Inmaculada pasó en silencio, sin hacer ruido… Como lo hace una Madre…

    Militantes y cruzados de Santa María celebramos con intensidad la gran fiesta de la Virgen Inmaculada con Vigilias, Eucaristía, compromisos… Un año más (para algunos el primero), que ponemos en manos de María, para que nos lleve a Él.

    Posiblemente seremos muchos los que terminamos emocionados en la Vigilia de la Inmaculada. El día 7 de diciembre por la noche, un grupo de jóvenes enamorados de María, ofrecen sus vidas por la conversión de sus compañeros… Desde la sencillez, desde la pobreza, pero también desde un tierno amor a la Virgen Inmaculada, canciones, misterios del rosario, peticiones, testimonio de un joven laico, y la santa Misa…, se suceden encendiendo el corazón en deseos de entregas generosas a María.

    Quizá algún participante (joven o familia), quiera aportar su granito de arena mediante un comentario, compartiendo lo que supuso participar en la Vigilia de la Inmaculada organizada por la Milicia de Santa María este año en su ciudad.

    Santa María, Madre Nuestra, un año más en tus manos…, haz el milagro que quieres hacer en nosotros :).

    Escuchar: Inmaculada Concepción

  • Celebración de la Inmaculada en Pamplona

    Celebración de la Inmaculada en Pamplona

    Todos conocemos sobradamente la festividad de la Inmaculada Concepción, más aún los que pertenecemos a la Milicia. En Navarra, como en otros lugares de Milicia, los dos momentos cumbre son: la gran Vigilia de la Inmaculada, celebrada la víspera a las diez de la noche, y la renovación de compromisos por parte de militantes, colaboradores y, ocasionalmente, cruzados, el día ocho de diciembre a la una del mediodía.

    Algunas semanas antes del gran día, nos reunimos todos los militantes de Navarra para compartir una tarde y pegar carteles por la zona vieja de Pamplona, una zona transitada llena de pequeños comercios. A continuación regresamos al hogar. Además, solemos repartir octavillas en la oración del obispo de los primeros viernes de mes, así como en la parroquia de San Francisco Javier el día de su festividad: el 3 de diciembre. El día de su celebración, nos reunimos antes para preparar la iglesia y organizarnos las diversas tareas. La Vigilia consta de de tres partes. La primera es el rezo del rosario, siendo comentado cada misterio. Este año me tocó a mí preparar la introducción al misterio del bautismo de Jesús. Tras preparármela y perfeccionarla con Alberto B., tuve que leerla. La segunda parte es un testimonio, que este año fue realizado por un filósofo y político riojano, antiguo militante. Por último la ceremonia concluye con la celebración de la Eucaristía. Al acabar la Vigilia los asistentes que queramos podemos pasar a una sala con pastas.

    Al día siguiente, el ocho de diciembre, hay que estar un poco antes de la una en el hogar, ya que a esa hora empieza la ceremonia en la que los militantes, los colaboradores y las familias renovamos los compromisos. Después, comemos todos juntos en la residencia, y a las 5.30 hay misa en la parroquia del Corazón de Jesús. En esta misa ofrecemos los compromisos realizados a la mañana, y este año  Alberto B., renovó sus votos. Tras esto volvemos a la residencia donde tomamos un aperitivo, abierto a todos los amigos, y con esto acaba la celebración de este día de fiesta.

    De manera más personal he de decir que este año he vivido esta celebración de una forma más intensa, posiblemente gracias a un mayor grado de madurez en mi vida cristiana, y a la responsabilidad que conlleva el hecho de tener que comentar un misterio del rosario, ante una iglesia a rebosar de fieles que me exige estar a la altura de la situación. Esta manera de vivirlo me ha ayudado realmente a no pasar estos días de una manera superficial, sino a implicarme y a sentirme más cercano a la Virgen.

    Como conclusión cabe resaltar que este año la festividad de la Inmaculada Concepción de María me ha llenado espiritualmente, pero también ha sido una experiencia inolvidable por distintas razones, como haber participado de una manera más viva, y muchas otras cosas.

    (Carlos J. de D., 17 años)

  • Convivencia MSM Pamplona, 19 – 20 noviembre.

    El día 19 de noviembre, sábado, a las 20.00 horas los militantes de Pamplona tuvimos un videoforum sobre la película Cindirella man. El protagonista es un boxeador que tiene que pelear lesionado para sacar dinero para leche para su familia, porque la película transcurre durante la Gran Depresión. La película se basa en hechos reales. Lo más emotivo ocurre al final cuando Jimmy Braddock, el protagonista, gana el título de campeón mundial de manera imprevista.

    Ese día nos quedamos a dormir en el Hogar para levantarnos al día siguiente a las ocho de la mañana. Dan nos dio unos puntos de oración sobre Cristo Rey, fiesta de ese día. Después de desayunar nos fuimos a Lumbier, donde recogimos a Javier, un amigo de Alexis, muy buena persona. Desgraciadamente, Alexis no pudo estar con nosotros ese día porque el día anterior se había hecho un esguince jugando al fútbol. En Lumbier subimos a la ermita de la Sagrada Trinidad. Alberto B. nos dio unos puntos para hacer el rato de cumbre. Al lado de la ermita había una veleta que indicaba el lugar de la Virgen de Ujúe. Después despedimos a Javier y nos acercamos a Sangüesa, donde solemos dormir las javieradas.

    Allí tuvimos la misa con las monjas. Y después de comer tuvimos un coloquio con ellas. Nos presentamos unos a otros y tuvimos un momento de intercambio de experiencias. El tema del coloquio era la vida contemplativa, y las monjas nos contaron su experiencia en el convento. Todas repetían que “hay que perder algo para ganar otra cosa”, con lo que se referían a Dios.

    A todos nos hizo muchísima ilusión estar allí con ellas porque eran un trozo de pan. Sabemos que rezan muchísimo por nosotros y que por tanto tenemos que rezar también nosotros por ellas. La mayoría de las monjitas eran de Kenia. Después nos fuimos a casa. Esperamos que os haya gustado tanto leer esto como a nosotros vivirlo.

    Alberto M., 16 años

    (Pamplona)