«Sus riquezas han quedado bloqueadas, improductivas por mi falta de responsabilidad.»
(P. Morales, S.J., Ovillo de Ariadna)
Hemos nacido y crecido con unos dones, dones necesarios para ser «su testigo». Por lo que hemos de plantearnos la utilidad que los damos: ¿ cómo hacemos crecer todas esas cosas buenas que tenemos? Y nuestras capacidades, ¿hacen vislumbrar el Reino de Dios?
Ser responsables es esto: hacer crecer nuestras capacidades para que el Reino de Dios se haga presente.
Para más información: Mateo 25,14-30.
Y solamente yo tengo el poder para cambiar. Un acto consciente y voluntario; mis potencias puestas en orden para encarar el reto.
Yo mando, si quiero.
Mi vida en mis manos, así me la diste.
¿Cuándo empezamos?