«La Virgen, al decir SÍ en la Anunciación, no sólo no tiene la gloria de aportar algo indispensable para la Redención, el Cuerpo humano de Jesús, sino que graba ya para siempre en su vida la huella de su vocación redentora».
(P. Morales)
«La Virgen, al decir SÍ en la Anunciación, no sólo no tiene la gloria de aportar algo indispensable para la Redención, el Cuerpo humano de Jesús, sino que graba ya para siempre en su vida la huella de su vocación redentora».
(P. Morales)