Categoría: Testimonio

  • Impresiones de campamento de Ismael R.

    Para mí este campamento ha sido bastante especial. He tenido la suerte de poder hacer los compromisos a los pies de nuestra Madre, la Madre del santuario de Gredos. Esta es mi mayor impresión pues ha sido un golpe muy fuerte a la vez que agradable. Me he quedado impresionado también del buen ambiente, de la alegría de todo el mundo y de la satisfacción que sientes al acabar este campamento. Venía buscando más y lo he encontrado, aunque ahora aspiro a “¡más, más y más!”.

     Ismael R.

    15 años, Burgos

  • Impresiones de campamento de Juan Carlos R.

    Mentiría si dijera que este campamento ha sido como unas vacaciones pues no es que hayamos descansado mucho. Pero tengo la impresión de no estar cansado y de que el verdadero campamento empieza al final. Ahora comprendo lo que decían los más mayores al principio de que el campamento es una escuela para la vida. Es totalmente cierto. No sé si será por la altura de este pueblo o por las charlas y reflexiones que he tenido pero ahora me encuentro más cerca de Dios.

    También creo que debería decir algo de la escuadra. Es la mejor que me podría haber tocado pues no me han mentido en ningún momento sobre mi situación, es decir, cuando lo he hecho mal me lo han dicho y cuando lo he hecho bien no me han dicho nada pues es lo que tenía que hacer. Este campamento tiene la capacidad de cambiar la vida de las personas y yo soy testigo.

    Juan Carlos R.

    Salamanca

  • Impresiones de campamento anónimo

    Este campamento me ha abierto los ojos ya que al estar más distraído con cosas exteriores no he disfrutado de lo que estaba viviendo y ahora me arrepiento. Me he dado cuenta de la importancia de entender a otras personas y aprender a “soportarlas” y crear una mejor convivencia en el campamento. He aprendido como se puede amar de verdad a una persona aceptando sus defectos y aprendiendo de sus virtudes. He encontrado mis límites y descubierto mis defectos. He aprendido también cómo se pueden corregir. Ahora me queda insistir en corregirlos.

    Este año ha sido duro por lo que no tenía muchas ganas de seguir en la Milicia, pero después de este campamento no me arrepiento de haber venido y de haber perseverado. Un saludo y una invitación a venir a este campamento.

    Anónimo

    16 años

  • Impresiones del campamento de Santa María 2011

    Durante este mes de junio os iremos ofreciendo algunas de las impresiones del campamento del año pasado. Queremos que sirvan como medio para ir calentando el corazón de cara al próximo, que empieza en menos de un mes. No dejemos caer en saco roto esta oportunidad de dar a conocer la vivencia profunda que tenemos durante esos quince días que puedan animar a otros a asistir. Aquí os dejamos con la primera:

    Doy gracias a Dios por esta segunda vez que me da la oportunidad de participar en este campamento. Aquí no solo me lo he pasado muy bien y he hecho buenos amigos sino que además he aprendido grandes valores como el esfuerzo, la superación, el compromiso, la alegría frente a la adversidad, el valor del deporte y el trabajo en equipo.

    Aunque realmente lo mejor del campamento es siempre el amor a la Virgen que los Cruzados nos transmiten. Nos enseñan a tratarla como a una madre, confidente y amiga. Ella es el centro y la causa de este campamento y el modelo de vida de todo militante.

     Francisco P.

    19 años, Valladolid

  • Jornadas semana santa 2012

    Del jueves 4 de abril al lunes 9 tuvimos las jornadas de Semana Santa, que como viene siendo costumbre desde hace ya algunos años, fueron en el seminario de Rozas de Puerto Real. Estuvimos militantes de todas las provincias, haciéndose notar especialmente Burgos y Madrid, ya que los responsables de las Jornadas, Dan, Dani D. y Enrique N., eran de ambos lugares. Les felicitamos por el inmenso trabajo que realizaron para que todo pudiese salir adelante.

    El primer día nos reunimos a la hora de comer, empezándose a formar, desde unas horas antes conforme iba llegando la gente, ese ambiente familiar tan característico. Posteriormente tuvimos la reunión inicial de jornadas, dividida por niveles, para dar comienzo de manera “oficial” a las jornadas. Después nos dirigimos al pueblo para participar en los oficios de Jueves Santo, con la  diferencia de que este año  presidían el padre Rafa y el padre Santiago, ya que el párroco Enrique tenía que atender otras parroquias.

    El resto de los días se sucedieron de manera similar al primero, cada uno de ellos con sus actividades correspondientes. Este año participamos con el pueblo en más actividades que otros de manera que estuvimos más cerca de la gente. Algunas de esas actividades fueron la gymkhana con los chavales del pueblo, organizada por Mario T. y Alberto B. Un partido de fútbol con los jóvenes del lugar, en el que la Milicia era comandada por su capitán Cristian R. y apoyada por el técnico de nutrición deportiva Luis María R. El partido estuvo igualado. Una visita a la residencia de ancianos. Y como colofón, un festival el domingo de Resurrección al que acudió gran parte del pueblo. Cabe destacar que también acudimos a la procesión de Viernes Santo, en la que no habíamos participado otros años.

    La vida en el seminario fue tranquila a la vez que intensa. Durante los días que estuvimos se sucedieron las distintas asambleas, unas por niveles y otras todos juntos, en las que aportamos lo mejor de cada uno.

    Para mí las jornadas son una de las actividades más importantes del año, ya que aparte de la conmemoración de la Pasión, me permiten hacer un balance de lo que está siendo el curso, ya que están “estratégicamente” situadas: un poco más adelante de la mitad de curso. Me sirven para analizar cómo está siendo mi vida  como militante, como estudiante, como hijo, etc. Así puedo darme cuenta de lo que estoy haciendo mal y buscar soluciones. El tener a disposición al jefe de Milicia, al guía, al director espiritual… todos ellos en un mismo lugar y en el mismo tiempo es una gran oportunidad para poder hablar y contarles tus inquietudes, tus miedos, tus proyectos…. Es un momento muy importante de reflexión y oración. Para mí, uno de los más importantes, espero que para vosotros haya sido tan importante como lo ha sido para mí.

    Carlos G., 18 años

  • Llegaste Tú a mi vida, y todo cambió…

    ¿Cómo podría marcharme de tu lado? ¿Cómo podría perderte después de todo lo que me ha costado encontrarte? Pensé que iba a ser fácil hasta que me propuse ponerlo en práctica. Tormentas y huracanes en mi cabeza hicieron de ella un auténtico caos. 

    Un caos reinado por la incertidumbre, la hipocresía, la mediocridad y la cobardía. Mucho me costó comprender que el embudo iba al revés: que a mí me tocaba la parte pequeña para que tú fueras lo más grande que me ha pasado en la vida. Y ahora que te tengo, no pienso dejar que esta llama se apague: abrásame y abrázame, y no me sueltes nunca. 

    Y aunque sé que me quieres y, sin embargo, no soy capaz de sentir tu amor y tu fuerza, no voy a pedirte que me hagas capaz de sentirlos (que eso ya lo harás más tarde, si tú quieres), sino que me des fuerzas y energía para seguir así. Los mejores hacen el máximo con el mínimo, y yo quiero ser el mejor, el mejor amigo que hayas tenido nunca, para que sientas lo que yo siento por ti.

    Desde que llegaste a mi vida los problemas se multiplican: la gente me rechaza, se burla de mí, de mujeres ni hablo, no tengo tiempo para jugar con el ordenador ni estar en el tuenti. Te parecerá bonito tenerme ocupado yendo a misa, pensando en ti, hablando de ti a todos los que conozco, intentando serte fiel, tratando de comprender tu vida, lo que piensas lo que sientes… Te parecerá bonito… A mí sí. Es lo más bonito que nadie ha hecho por mí. Sacarme del fango después de haberme dicho que no me tirara, y limpiarme con ternura.

    Me duele no sentirte cuando me tocas, pero me basta saber que lo haces, que me abrazas, que me quieres. Amén.

    ¡Ah, se me olvidaba! Gracias por hacerme FELIZ.

    Javier B., 17 años.

    Madrid

  • Retiro mensual: la alegría de Cristo resucitado.

    El pasado domingo 22 de abril tuvimos el Retiro mensual de Milicia de Madrid al que asistieron 9 militantes. Se hizo en el hogar de la calle Meléndez Valdés, lugar muy acogedor y muy nuestro para realizar un Retiro, y fue dirigido por Javier L.

    La temática central sobre la que giró el Retiro fue ‘la Alegría en Cristo Resucitado’.

    En la primera meditación se nos habló de la cercanía que muestra el Señor ante todos nosotros que se muestra de forma patente en todo el Evangelio, pero más aún tras su Resurrección.

    La plática se centró propiamente en la alegría que debemos mostrar siempre en nuestra vida y en la importancia del buen discernimiento que debemos hacer para que sepamos distinguir entre una alegría pasajera y una que nos da felicidad, de este modo todos a nuestro alrededor serán partícipes de ella y así nadie desespere si nosotros estamos junto a ellos.

    La segunda meditación trató sobre el discurso que dio Jesús tras la multiplicación de los panes y los peces, en la que los mismos discípulos que le querían hacer rey, poco después le abandonaban; Jesús nos pregunta si también nosotros le queremos abandonar.

    El Retiro acabó con una asamblea de conclusiones en la que explicamos cómo estuvimos en el Retiro y nuestras impresiones de él.

  • Jornadas de Semana Santa.

    A casi un mes de distancia, lo importante toma peso específico en la vida.

    Se recoge a continuación el testimonio de un militante que participó en las Jornadas de Semana Santa de este año.

    Este año, las Jornadas de Semana Santa han tenido lugar en Rozas de Puerto Real, aunque, al menos en mi caso, también han tenido lugar en mi corazón.

    Éste ha sido el primer año que he estado en Semana Santa con la Milicia y se nota. Cualquier grupo cristiano es perfecto para pasar estas fechas, mejor que no quedarse con los amigotes por ahí de fiesta en fiesta, mientras uno se pierde la FIESTA de la Resurrección del Señor.

    Sin embargo, he de confesar que tenía ganas de conocer las Jornadas de la Milicia, entre otras muchas razones, porque es un sitio ideal para fortalecer amistades y crear y establecer otras nuevas.

    Pero vayamos al grano, este año había un “doble objetivo”, puesto que además de vivir la Semana Santa como tal, se nos había encomendado la misión de vivirla conjuntamente con el pueblo donde estábamos. Para ello, los Oficios fueron en la iglesia del pueblo, así como compartimos tiempo en la procesión y el Rosario y la Vigilia del sábado con la gente del pueblo. En concreto, ese mismo día hubo una gymkhana para los niños, fútbol para los jóvenes, y una visita a los ancianos, también jóvenes de espíritu. Por último, durante la tarde del domingo de Resurrección, tuvimos un festival en el que salieron a relucir las mayores capacidades y destrezas de los militantes: canciones, monólogos y actuaciones…, que a todos nos proporcionaron un buen rato de diversión. Mediante todas estas actividades se buscó acercarnos al pueblo y, lo más importante, acercar más a Cristo Resucitado a aquella gente, a la cual no olvidaré nunca.

    Como grupo, las diversas asambleas y las comidas, así como las bincas que tuvieron lugar, ayudaron mucho a que los militantes tuviéramos la oportunidad de conocernos más a fondo, o incluso conocer a gente nueva, lo cual no está nada mal de vez en cuando.

    Además, uno de los temas centrales fue la organización del último trimestre del curso y la del curso que viene. Para ello, vimos por qué merecía la pena luchar (la respuesta pareció ser “para que el bien reine en este mundo, señor Frodo”), resaltamos el valor de la constancia (que es una virtud que suple muchas otras, pero no se suple con ninguna), ahondamos en el significado y función de la Nueva Evangelización y cómo nosotros podríamos evangelizar en función del tiempo verbal que utilizáramos (evangelizaba, evangelizo/amos, evangelice), y conocimos cómo la Virgen nunca nos abandona a lo largo de nuestra vida, sino que está ahí siempre para acompañarnos, como al Crucificado, hasta el final.

    Personalmente, estoy seguro de que Dios transmitió su mensaje a cada uno de los militantes que allí estuvimos, pero también se nos llamó a todos a la responsabilidad que tenemos como militantes y como cristianos, a “hablar descaradamente de Cristo” (Fernando Martín), a traer a los demás hacia Cristo y a despertar al resto de cristianos que están dormidos, como aquellos apóstoles en el Huerto de los Olivos, a quien Dios necesita para cumplir su voluntad y que “venga a nosotros su reino”.

    En este sentido,  se nos invitó a ser PARTE ACTIVA de la Milicia y de la Iglesia, ya que somos parte de ellas y les debemos mucho más de lo que nos imaginamos.

    Finalmente, se nos invitó a transmitir, propagar, contagiar, difundir… la alegría de la Resurrección a todos los nuestros, familia, amigos, o incluso desconocidos, para que todo el mundo sepa que ¡¡¡CRISTO HA RESUCITADO!!! por todos y cada uno de los seres humanos del planeta.

    Del mismo modo que, aunque al mirar a un crucifijo vemos a un Cristo inmóvil y estático, sabemos que su sangre sigue brotando y derramándose por toda la humanidad, también nosotros debemos hacer que la gente sepa que el alma del cristiano no es estática, sino que la Alegría de la Resurrección y la Vida que brota de ella, hacen de ella, el alma más feliz de la faz de la Tierra.

    Javier B., 17 años.

    Madrid.

  • Clase de religión

    Debo, tras mi ausencia estas semanas, publicar una meditación sobre el ovillo de Ariadna; pero hoy me voy a saltar el guion. Os pongo en situación:

    VIERNES: 10:40,Clase de Religión.

    MOTIVACIÓN GENERAL: Bostezos, estiramientos, mirada perdida y más de un móvil bajo las cajoneras…

    Punto 6. Otras formas de estar en el mundo -D.Modesto, mi profesor de religión, carraspeó para prepararse para su eterno monólogo-.

    Nos hablaba sobre mojones, trancar y retrancar…, la iglesia es santa…. y de turistas que se dan de listos… agudicé el oído: cristianos en el mundo por un mundo mejor –me sorprendió- ser buenos un día es fácil, pero lo que tenemos que hacer es salir de la mediocridad, ser «misioneros aquí,nadar y guardar la ropa, es decir, estar en el mundo pero sin ser del mundo. Hay que tener las ideas muy claras, lo primero es lo primero: el estudio, el trabajo, la oración …

    ¡¡Soy la entrada número 100!!