Como todos los años, la belleza de Gredos te impresiona una vez más, la inmensidad del santuario de nuestra Virgen tallado en roca viva. Me llena de alegría comprobar que en el campamento sigue habiendo ese gran ambiente de compañerismo y buen rollo entre todos los militantes. Y para terminar, me sigo sorprendiendo de la confianza y entrega que nos dan a todos los cruzados y monitores.
Javier C.
Galapagar (Madrid)