Categoría: María

  • Ave María.

    Mañana, día de la Virgen de Fátima,  día del rosario de la Aurora,  saldremos por las calles de nuestras ciudades a rezar a María su oración preferida: el Rosario.

    El Rosario es esa oración sencilla y profunda con la que María nos conduce a Cristo. La Virgen María en Fátima nos encomienda orar con fiel devoción esta cadena  de Ave Marías pidiendo por los pecadores y la Paz en el mundo.

    Nosotros, elevando nuestra plegaria a la Virgen de Fátima seamos fieles al rezo del Santo Rosario.

  • Manolo Amorós, cruzado de Santa María.

    Manolo Amorós, cruzado de Santa María.

    Suenan voces cerca ya,
    la fruta madura está;
    alguien tiene que saltar
    a Perú, Chile, Zaire…, ¡qué más da!, porque…
    hay que saltar a misionar.

    Hay que elevar ya la mirada
    la Iglesia no puede esperar
    en nuestra mano está, todo dependerá
    de hacer viva la mística campamental.

    Ya sé que tú como yo,
    a MISIONES quieres ir,
    ya sabes la preparación:
    “El ahora, el presente vivir”, porque…
    hay que saltar a misionar.

    Hay que elevar ya la mirada
    la Iglesia no puede esperar
    en nuestra mano está, todo dependerá
    de hacer viva la mística campamental.

     ¿Quién el puesto ha de cubrir
    del que marcha a misionar?
    Sólo aquel que sepa abrir
    alma y vida a Jesús, de par en par, porque…
    hay que saltar a misionar.

    Hay que elevar ya la mirada
    la Iglesia no puede esperar
    en nuestra mano está, todo dependerá
    de hacer viva la mística campamental. 

    La vida de todo hombre es una incógnita, cada una por una razón.

    Y la de un cruzado de Santa María es un misterio insondable, un abismo de pobreza y Misericordia.

    Manolo Amorós, gran hombre con corazón de niño, conoció en su adolescencia la Milicia de Santa María. El encuentro con su Madre, la Virgen, descubrir su tierno amor, fue la luz que desde entonces guió su vida, durante largos años en tierras de misiones peruanas.

    Hoy ese corazón bondadoso dejó de latir de repente, para empezar a Vivir…
    Hoy, 7 de mayo de 2012, este testigo de la Misericordia de Dios, ha recibido el relevo final. Ha perseverado en la vocación de laico consagrado en medio del mundo, hasta el final, y Dios le ha llamado por fin a su intimidad, por toda una eternidad…

    Un cúmulo de sentimientos se amontonan al recibir la noticia: tristeza, dolor…, pero sobre todo, alegría, esperanza, gratitud…

    En medio del mundo, allí donde Dios le esperaba hace años, allí donde la Virgen lo encontró de joven, hoy ha fallecido, naciendo a la Vida, la verdadera Vida por la que como cruzado gastó sus años por la salvación de la juventud, como gratitud a la Virgen.

    Desde el cielo intercedes por tus hermanos cruzados, por tus hijos militantes. Y hoy,  las notas de tu guitarra, empujan a cada uno de los que te conocimos, a preguntarnos con sinceridad delante de Dios:

    ¿Quién el puesto ha de cubrir
    del que marcha a misionar?
    Sólo aquel que sepa abrir
    alma y vida a Jesús, de par en par, porque…
    hay que saltar a misionar.

    Santa María, en tu mes, Reina y Madre de tu Cruzada – Milicia, ruega por Manuel T. Amorós.
  • Primer sábado de mayo

     

    Hoy, primer sábado de mayo queremos contemplar a María como camino hacia el Padre. Ella que supo ir y estar con Jesús, siendo humilde y sencilla, preocupándose por los demás con un simple «no tienen vino». Como María, caminemos en este mes de mayo al encuentro de Jesús.

  • Sacerdote amigo del padre Eduardo Laforet, en Perú.

    El sábado 31 de abril, los militantes de Santa María de Lima hemos tenido la grata visita del P. Carlos Salas, misionero monfortiano, que fue compañero de pupitre del P. Eduardo Laforet, sacerdote que ofrendó su vida por el Papa Juan Pablo II.

    Nuestra gratitud por desplazarse desde Ñaña a primera hora de la mañana y dedicarnos su tiempo para confesarnos, celebrar la santa Misa (ofrecida por el eterno descanso de María Pérez, mamá del P. Santiago Manso) y compartirnos sus vivencias en España, en el Campamento de Gredos y como compañero de estudios del P. Eduardo, en la Facultad de Teología de Burgos.

    Comenzó su vocación sacerdotal con el JUN del P. Juan Álvarez (sacerdote español que lleva décadas gastando su vida en el Perú) a quien agradeció su generosa guía, luego profesó en los Misioneros Monfortianos y fue uno de los responsables de la consagración del Perú a María en el 2007.

    Del Padre Eduardo nos destacó su vehemencia, su gran cultura (“cuando había exámenes en público y Eduardo los rendía se llenaba el salón”), su trabajo ascético y su gran fe. También nos habló del sentido de la consagración a María y nos obsequió la obra “Libro de oro de la espiritualidad monfortiana”.  Muchas gracias y que se repita.

    José Antonio Benito

    Perú

  • Madre es el nombre que le dan a Dios los labios y los corazones de los niños.

    El domingo fue 25 de marzo, la Encarnación, cuya fiesta se trasladó ayer, pues el domingo de Cuaresma prima sobre otras fiestas.

    Hoy, solemnidad de la Encarnación. Hoy el ángelus (que podemos rezar ahora si no lo hemos hecho) se puede rezar de esta otra forma:

    El ángel del Señor anuncia a María /

    y concibe por obra y gracia del Espíritu Santo.

    (Ave María)

    He aquí la esclava del Señor /

    hágase en mí según tu palabra.

    (Ave María)

    Y el Verbo se hace hombre /

    y acampa entre nosotros

    (Ave María)

    (…)

    Y ahora, pensad en el minúsculo Zigoto Jesús… en el diminuto Embrión Jesús, creciendo… en el enanito Feto Jesús… seis, diez, veinte semanas… y por fin, en el pequeñuelo Niño Jesús.

    http://www.goear.com/listen/276d8f1/it-canacutet-rain-all-the-time-jane-siberry

    E imaginad este niño creciendo, y llamando «mamá» a María. Y ahí, en ese «mamá», están las primeras palabras que Jesusín dirigió a su Padre, a Dios Padre. «Mamá».

    Y os propongo que intentéis recordar vuestro primer recuerdo, alguno de los primeros… Cuando fuisteis conscientes de vosotros mismos por vez primera… «soy yo»… Y es un buen momento para dar gracias «por ser». «Soy porque Tú has querido, porque Tú me has querido…»

    ¿Cuáles fueron mis primeras palabras a Dios?… ¿Cuáles han sido mis últimas palabras a Dios?…

    «Madre es el nombre que le dan a Dios los labios y los corazones de los niños.»

    ¿Soy acaso yo un niño? ¿Deseo volver a ser un niño? Buen Jesús, ¿cómo me vuelvo niño?, ¿cómo vuelvo a nacer? Teresa de Lisieux, ¿cómo se logra?

    Pero ahora, que ya no soy un niño, que ya he crecido y soy maduro, ¿cómo te llamo, Padre? ¿Qué nombre te dan mis labios y mi corazón? He crecido y soy maduro… ¡¿cómo te llamo…?!

    Y el Verbo se hace hombre /

    y acampa entre nosotros…

    Alfonso B.

    Madrid

  • Vivir responsable no es agobiarse

    «Vivir responsable no es agobiarse»

    (P. Morales, S.J., Ovillo de Ariadna)

    Lo importante es no confundir ser responsable con la preocupación excesiva, sin violencias fuera, sin tensiones, pero sin parsimonia.

    Con esta clave presente: María, se entregó a su tarea plenamente.

    El P. Morales también nos apunta la necesidad de director espiritual: «para huir de mediocridad, la menos recomendable de las amistades de un cristiano.»

  • Dar ejemplo.

    «Necesita hombres y mujeres que actúen con el ejemplo»

    (P. Morales, S.J., Ovillo de Ariadna)

    Las palabras convencen, el ejemplo arrastra. Con este dicho popular ambientamos la reflexión sobre la frase del P. Morales; nosotros debemos ser ejemplos vivos, no solo con la palabra sino también con los hechos, con los pequeños detalles de cada día.

    Acudamos a María para llevar a cabo esta tarea en el silencio de cada día.

    Para más información:    Mateo 25,40,45.

  • Rasgar las apariencias, vivir de fe.

    Rasgar las apariencias, vivir de fe.

    Hoy termina un año, y comienza otro. Regalo gratuito de Dios para con cada uno de nosotros. Un año que debe comenzar con un acto de fe por nuestra parte: ¡Señor, confío en Ti! ¡Sé que lo que me tienes reservado para este nuevo año, es lo mejor para mí!

    Echemos la vista atrás, y busquemos el rastro de Dios en nuestras vidas como Iglesia. El año que hoy termina ha sido un momento de Gracia, no cabe duda. ¿Seremos capaces de encontrar a Dios Padre, no sólo en los regalos agradables, sino también en nuestras miserias, caídas, limitaciones? ¿Será capaz la Cruzada – Milicia de dar gracias por su pobreza amada y transformada por el Amor gratuito de Dios?

    Los primeros momentos de un encuentro importante, deciden el rumbo del mismo. Por eso, por adelantado, demos gracias a Dios por lo que nos dará, sabiendo que detrás de todo lo aparentemente bueno o malo, está Él, que gobierna el mundo por medio de cosas, acontecimientos, personas. Y Él, es un Padre Misericordioso, que cuida de sus hijos con ternura. ¡Hágase en mí…!

    ¡Feliz año! ¡Feliz tiempo de Dios!

    La fe es un salto en el vacío. Tírate. Y el Padre de los cielos que te dice, yo sí que te veo. Porque eso fue lo que le dijo este padre al niño. Cuando el niño apareció ahí arriba en el balcón decía, pero papá si no te veo.

    – Tú tírate, yo sí te veo. Esto basta. Salta en seguida.

    Saltó, y se encontró sano y salvo en brazos de su padre.

    Dios te salve María, que dé este salto mañana. Venciendo todavía las repugnancias que tengo dentro y que mi soberbia me pone una cantidad de muros tremendos para saltar. Tú, Madre, no veías ni comprendías nada. Pero Dios te invita a dar un salto en el vacío.

    Y lo das. Y dándolo eres causa de salvación para Ti y para todo el género humano. Y por lo tanto para mí también. Y para tu Cruzada – Milicia.

    Ahora la Virgen va a andar siempre en tinieblas, sin saber nada, sin ver, pero dice sí a todo. El que se decide a vivir de amor y fe, a vivir la aventura de la fe, se mete en un mundo en que ya no va a entender nada de lo que le sucede en la vida, porque Dios escribe con unos rasgos enteramente distintos de los que creía que iba a escribir.

    Empieza la aventura de la fe. María rasga las apariencias. Rasgar las apariencias de las cosas. Su fe es como el radar, divisa objetos envueltos en la noche, perdidos en la niebla.

    (P. Morales, S.J.)

  • Celebración de la Inmaculada en Pamplona

    Celebración de la Inmaculada en Pamplona

    Todos conocemos sobradamente la festividad de la Inmaculada Concepción, más aún los que pertenecemos a la Milicia. En Navarra, como en otros lugares de Milicia, los dos momentos cumbre son: la gran Vigilia de la Inmaculada, celebrada la víspera a las diez de la noche, y la renovación de compromisos por parte de militantes, colaboradores y, ocasionalmente, cruzados, el día ocho de diciembre a la una del mediodía.

    Algunas semanas antes del gran día, nos reunimos todos los militantes de Navarra para compartir una tarde y pegar carteles por la zona vieja de Pamplona, una zona transitada llena de pequeños comercios. A continuación regresamos al hogar. Además, solemos repartir octavillas en la oración del obispo de los primeros viernes de mes, así como en la parroquia de San Francisco Javier el día de su festividad: el 3 de diciembre. El día de su celebración, nos reunimos antes para preparar la iglesia y organizarnos las diversas tareas. La Vigilia consta de de tres partes. La primera es el rezo del rosario, siendo comentado cada misterio. Este año me tocó a mí preparar la introducción al misterio del bautismo de Jesús. Tras preparármela y perfeccionarla con Alberto B., tuve que leerla. La segunda parte es un testimonio, que este año fue realizado por un filósofo y político riojano, antiguo militante. Por último la ceremonia concluye con la celebración de la Eucaristía. Al acabar la Vigilia los asistentes que queramos podemos pasar a una sala con pastas.

    Al día siguiente, el ocho de diciembre, hay que estar un poco antes de la una en el hogar, ya que a esa hora empieza la ceremonia en la que los militantes, los colaboradores y las familias renovamos los compromisos. Después, comemos todos juntos en la residencia, y a las 5.30 hay misa en la parroquia del Corazón de Jesús. En esta misa ofrecemos los compromisos realizados a la mañana, y este año  Alberto B., renovó sus votos. Tras esto volvemos a la residencia donde tomamos un aperitivo, abierto a todos los amigos, y con esto acaba la celebración de este día de fiesta.

    De manera más personal he de decir que este año he vivido esta celebración de una forma más intensa, posiblemente gracias a un mayor grado de madurez en mi vida cristiana, y a la responsabilidad que conlleva el hecho de tener que comentar un misterio del rosario, ante una iglesia a rebosar de fieles que me exige estar a la altura de la situación. Esta manera de vivirlo me ha ayudado realmente a no pasar estos días de una manera superficial, sino a implicarme y a sentirme más cercano a la Virgen.

    Como conclusión cabe resaltar que este año la festividad de la Inmaculada Concepción de María me ha llenado espiritualmente, pero también ha sido una experiencia inolvidable por distintas razones, como haber participado de una manera más viva, y muchas otras cosas.

    (Carlos J. de D., 17 años)